domingo, 19 de diciembre de 2010

Cuentos en verso para niños perversos

Sí, sí, sé que pone que estoy leyendo "Los juegos del hambre" y no "Cuentos en verso para niños perversos", pero se me hace imposible no leer más de un libro a la vez, y necesitaría todo el margen del blog para poner todos los libros que llevo en marcha. De todos modos esta ha sido más bien una lectura obligada de cara al trabajo final que pretendo hacer para el diploma de animación lectora que estoy haciendo, aunque no se puede decir que no haya disfrutado con ella.
La verdad es que tenía unas ganas locas de leerlo.

"Cuentos en verso para niños perversos" es una recopilación de cuentos infantiles clásicos (Caperucita Roja, Blancanieves y los siete enanitos, Los tres ositos, etc.) adaptados por Roald Dahl a una época más moderna.
De esta forma Cenicienta no termina casada con el príncipe, quien al final del cuento parece adquirir una curiosa obsesión por cortar cabezas o.o!; a los siete enanitos sólo les queda del cuento original el número; Ricitos de oro tiene el final que todos deseábamos (a nadie le hace gracia que una niña con más cara que espalda: que se cuela en una casa que no es suya, prueba todos los cuencos de sopa y además, se pone a dormir la siesta tan pancha en una cama ajena, salga impune); Caperucita entra dispuesta a romper tópicos saltándose el guión y, no contenta con poner patas arriba su propio cuento, aparece también en "Los tres cerditos" para dejarnos con un final bien distinto al que recordamos.

Todo eso acompañado de ilustraciones de Quentin Blake y sin perder la rima gracias a la maravillosa traducción de Miguel Azaola. No imagino lo difícil que habrá sido, no sólo traducir un texto en verso, sino hacerlo además guardando el ritmo y el tono jocoso y macabro que llena la obra.

Puede parecer exagerado hablando de un libro para niños, pero es, simple y llanamente, genial.

Lo mejor: Demasiadas cosas >w<! Pero destacaría a Caperucita y su corsé. Y también al lobo de "Los tres cerditos".
Lo peor: En realidad nada. Tal vez "Juan y la habichuela mágica" se me antojó un tanto flojo en comparación con el resto de cuentos.

En definitiva, si pasáis por alguna biblioteca que lo tenga o lo encontráis por casualidad en alguna librería, no dejéis de leerlo. Es cortito pero te ríes mucho, y sin duda el final de "Los tres cerditos" te deja con la boca abierta.


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