domingo, 20 de mayo de 2012

Los Juegos del Hambre


~ Título: Los Juegos del Hambre

~ Director: Gary Ross

~ País y año de estreno: EE.UU., 2012

~ Duración: 142 min.

~ Género: Aventura y Ciencia Ficción

~ Reparto:  Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Elizabeth Banks, Stanley Tucci, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Donald Sutherland, Toby Jones, Lenny Kravitz, Wes Bentley, Paula Malcomson, Isabelle Fuhrman.



¡Buenos días de nuevo, gentucilla!

Hace unas semanas fui a ver Los Juegos del Hambre, la película basada en el primer libro de una trilogía con el mismo nombre. Pero no creo que haga falta entrar en detalles... ¿A estas alturas quién no conoce a la famosa chica en llamas? Nada más publicarse se convirtió en un éxito de ventas y ahora que ha saltado a la gran pantalla no se está quedando atrás.

En general la película es bastante fiel al libro. Siempre hay cosas que se cambian, es inevitable, sobre todo por cuestión de tiempo y/o presupuesto, pero por lo que recuerdo de la novela y lo que he podido leer en otros blogs no se toman demasiadas licencias. Eso sí, me parece que hubiese sido preferible dejar intacto el momento en el que es Mage, la hija del alcalde, la que le da la insignia del sinsajo a Katniss en lugar de sustituirla por una viejecita del Quemador. Pero insisto, han hecho una adaptación muy lograda de la novela.
Con todo hay muchas cosas que se pierden. Effie Trinket y los ayudantes de Cinna, por ejemplo: a la primera no se le da tanta profundidad como en la novela y los segundos ni siquiera aparecen en la película.

Por otro lado me gustó que no se entretuvieran demasiado en la parte en la que Katniss y Peeta están en la cueva -o al menos que no la aprovecharan para convertir la película en un pastel intragable como hicieron con el final de Crepúsculo-. Recuerdo que esa fue la parte que más lenta se me hizo cuando leí el libro y agradecí mucho que no dejaran que la acción decayera. Lo que no me gustó tanto fue que la aparición de Rue durante los juegos fuera tan fugaz. La chiquilla tampoco ocupa demasiado espacio en la novela, es verdad, pero es que en la película ni siquiera te da tiempo a encariñarte con ella. Le coges cierta simpatía, sí, pero cuando finalmente llega el momento de decirle adiós no te emocionas tanto como con el libro. Yo lloré como una magdalena cuando lo leí y, sin embargo, al ver la película... pues sí, te da pena pero... no es lo mismo...
Algo que llama la atención es la ausencia de sangre. Es decir, durante la masacre que tiene lugar al principio de los juegos muere la mayor parte de los tributos y prácticamente todos de forma muy poco civilizada. ¿Dónde está la sangre?. Hay, claro, pero no toda la que debería. Tampoco es que sea una fanática del gore, no me malinterpretéis, pero siempre he agradecido un mínimo de realismo en las muertes de los personajes. Algo que también me hizo mucha gracia fue la habilidad de los cámaras para no enseñar las batallas. Cuando llega el momento de grabar alguna pelea... ¡terremoto! Pero bueno, si tanto la escasez de sangre como los terremotos en las peleas son el precio a pagar para que la película haya podido ser clasificada para mayores de 12 bienvenido sea. Lo que sí voy a criticar va a ser la decisión de quién fuera a la hora de elegir los marcadores que indican la posición de los tributos en el mapa virtual desde el que se controlan los juegos. ¡Son los mismos marcadores que usa Google! Es como si de repente, en las lujosas duchas del Capitolio de las que disponen los tributos antes de los juegos, va y aparece un bote de champú Herbal Essences. No se puede ser más cutre... Espero que al menos les hayan pagado bien la publicidad.

Pero con excepción de esto último la película me pareció un acierto. Como he dicho al principio cambian algunas cosas, pero en general no desmerece para nada al libro y se mantienen muy fieles hasta en los detalles más nimios -me encantó poder ver la colita de patito de Prim, por ejemplo, aunque eché de menos la historia de los dientes de león-.
Un amigo me comentó que le habían dicho que la película estaba hecha de manera que no podías llegar a entenderla sin leerte también el libro: completamente falso. Mi padre y mi hermano no han leído los libros y pillaron perfectamente el argumento de la película. Obviamente no llega al mismo nivel de detalle que la novela, pero eso pasa en cualquier adaptación. Basta con pensar en Harry Potter, El Señor de los Anillos, Fahrenheit 451, Eragon y un largo etcétera.

En definitiva, si habéis leído y disfrutado con las novelas os aconsejo ver la película, no os defraudará n.n

sábado, 12 de mayo de 2012

Los Asesinos del Emperador



~ Título: Los Asesinos del Emperador: El ascenso de Trajano, el primer emperador hispano de la Historia.
~ Autor: Santiago Posteguillo.
~ Primera ed.: Septiembre de 2011.
~ Editorial: Planeta.
~ Páginas: 1185.
~ Precio: 21,76.
~ ISBN: 978-84-08-10325-7



Trajano, primer emperador hispano de la Historia, es conocido sobre todo por haber conducido al Imperio romano a su máxima extensión. Lo que no se suele conocer tanto es su heroicidad más valiosa: la capacidad de Trajano para sobrevivir al reinado de Tito Flavio Domiciano, un emperador débil y paranoico, siempre dispuesto a condenar a muerte a cualquiera que destacara en el ejército o en la política.
Pero ¿qué ocurrió para que Roma aceptara por emperaodr a alguien no nacido en la misma Roma, sino en las lejanas y agrestes tierras de Hispania? Modificar el curso de la Historia es prácticamente imposible. Sólo unos pocos se atreven a intentarlo y sólo uno entre millones, siempre de forma inesperada para todos, es capaz de conseguirlo.

Bienvenidos al mundo de Marco Ulpio Trajano.


En primer lugar: gracias. Gracias al autor por haber rescatado a Trajano y devolverlo a la vida 1895 años después de su muerte. Ha sido maravilloso poder conocer a este hombre y a todos los demás personajes que pueblan la que, por el momento, tiene intención de ser la primera parte de una nueva trilogía (su trilogía anterior toma como protagonista a Publio Cornelio Escipión, también conocido como Escipión el Africano).
Santiago Posteguillo tiene razón al afirmar que siempre se ha publicado más sobre todos los emperadores pertenecientes a la dinastía Julio-Claudia: Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. Hay multitud de libros y películas que cuentan cómo fueron sus vidas. Pero justo a partir del año 69 d.C., año en el que muere Nerón, se produce un vacío. Santiago Posteguillo parte de ese mismo año para contarnos cómo transcurrió la Historia para que, por primera vez, Roma, cuyos emperadores habían sido siempre romanos, eligiera a un emperador hispano.

Personalmente llevaba mucho tiempo negándome a leer novela histórica. Todo lo que había leído hasta el momento es -según creo recordar- El Misterio Velázquez, de Elíacer Cansino y La Joven de Esparta, de Cristina Rodríguez, y cabe añadir que ambos libros tienen más de ficción que de rigor histórico. El caso era que me habían enamorado tanto que tenía miedo de leer algo nuevo y desencantarme con el género. Sí, lo sé, estoy pánfila. Por suerte una amiga me insistió tanto y tanto en que tenía que leer a Trajano que no pude negarme. Y dioses... me alegro de no haber podido hacerlo. Ahora no sólo he vuelto a enamorarme sino que además me ha vuelto a entrar el ansia de devorar novelas enormes.
Los Asesinos del Emperador tiene 1185 páginas pero desde ya os digo que, si aceptáis mi consejo y empezáis a leer, desearéis que hubiera tenido más aún. Es genial. ¡Genial! El autor cumple con creces su intención de entretener a la vez que dota a sus novelas de un magnífico rigor histórico. El ritmo no decae nunca. Incluso las batallas, que cuando giré la página y me vi un capítulo entero dedicado al asedio de Jerusalén se me vino el mundo encima, son fascinantes. Un hecho curioso es que sigo sin ser capaz de sentir nada malo por Decébalo, un rey dacio contra el que se enfrentan las tropas de Roma. Sus estrategias son tan magníficas que lo único que pude sentir al leerlo, incluso ahora al recordarlo, es admiración. Y el asedio a Jerusalén... madre mía, tenéis que leerlo, en serio.
Los personajes, por su parte, son magníficos, todos y cada uno de ellos. Obviamente siempre hay unos que caen mejor que otros, pero siempre es eso lo que le da vida a una novela, ¿o no?. Si todos los personajes te dejaran indiferente no tendría ningún sentido acompañarlos a lo largo del libro. En el caso de los Asesinos del Emperador son tantos los que te enamoran y tantos otros a los que te gustaría poder tirar a las fieras del Teatro Flavio que no puedes parar de leer. El autor consigue que vivas con ellos, consigue trasladarte a la Roma de Domiciano para que sufras, rías y llores con todos y cada uno de sus personajes. Y aquí me gustaría destacar a Domicia Longina, esposa del emperador Domiciano. Como todos los personajes Domicia cuenta con sus propia dosis de horror, sin embargo hay algo que, en comparación con el resto de personajes, Domicia comparte en mayor medida con el propio lector: la pasividad con la que se ve obligada a presenciar todas las locuras de su esposo. Todos los demás personajes también muestran parte de esa misma pasividad, pero no hasta tal punto. Los gladiadores luchan; los políticos intentan hacer su trabajo; los legati -la mayoría de las veces- defienden los territorios conquistados del enemigo, etc. Pero Domicia no, ella sólo puede mirar y tragar, como el lector. En definitiva, unos personajes inolvidables y con una gran capacidad para hacerte partícipe de sus sentimientos.

Quería llamar también la atención sobre los apéndices de la novela: mapas, tablas, gráficos que ilustran las diferentes fases de las batallas, vocabularios, listados con los diferentes emperadores y jefes de pretorio que aparecen en la novela... Es de agradecer la inclusión de todo ese material adicional. Además, es una muestra más de todo el trabajo previo que el autor ha querido hacer para, fiel a sus intenciones, entretener sin desviarse en ningún momento de los hechos acontecidos en el pasado. Las pocas licencias que se toma, poquísimas, vienen también indicadas al final, pero recomendaría leerlas sólo después de haber leído la novela, de lo contrario os arriesgáis a chafaros una de las mejores sorpresas del libro.

Me dejo mucho, la verdad. Podría pasarme el día hablando de lo mucho que me ha gustado y contándoos todos y cada uno de los motivos por los que creo que deberíais leéroslo. Pero no quiero aburrir a nadie. Lo mejor que puedo hacer es dejaros un link a la página desde la que podéis acceder al primer capítulo y dejar que sea el mismo libro el que os hable. Os dejo también la dirección de la web de Santiago Posteguillo y los vídeos con la última entrevista que le hicieron en la Feria del Libro de Valencia 2012. No tiene desperdicio.



Disfrutad, gentes. Y hasta la próxima.
¡Sangre y honor!